Intentos literarios
 
Cristalino

—¿Estás seguro de que no voy a lastimarme?

—Sí, no te preocupes, no te va a pasar nada.

—¿Y si me estallan los ojos?

—¿Escuchaste alguna vez de alguien que se haya estallado los ojos?

—Bueno, uno nunca sabe.... hay que ser cuidadoso.

—No seas hipocondríaco. Si por alguna circunstancia extraordinariamente espectacular algo llegara a pasarle a tus ojos, no dudes que yo sería el primero en llevarte al mejor hospital de la ciudad. Para eso están los amigos, y los oftalmólogos.

—Bueno, está bien... ¿qué es lo que querías que pruebe?

—¡Perfecto! Poné tus manos frente a tu cara.

—¿Así?

—Sí, no hay muchas formas de hacerlo. Bueno, apoyá la parte inferior de tus palmas sobre tus ojos.

—¿A... Así?

—Así, vas bien. Ahora, presioná hasta que empieces a ver cosas extrañas; si lo hacés bien vas a presenciar todo tipo de patrones, imágenes y hasta objetos que aparecen flotando dentro de tus ojos. Sólo hay que apretar hasta que funcione y tratar de pestañar lo menos posible.

—Todavía no veo nada... y ya me duelen los ojos.

—Paciencia, recién empezás. La primera vez que lo hice no vi nada por minutos, pero después aparecieron líneas ondulantes y círculos perfectos que parecían mirarme. Me asustó un poco, la verdad.

—Me cuesta creerte.

—¡Es cierto! Te lo juro: hacia los diez minutos de intentarlo se me apareció una escena de la película Brazil, en colores y todo. ¿La viste?

—No, pero me la recomendaron tanto que creo haberla visto dos veces.

—Es buena. Querían llamarla 1984 ½.

—Tampoco leí el libro.

—Es bueno.

—¿Sigo apretando?

Y se esfuerza por responder en su mejor entonación didáctica:

—Sí, dale, seguí tranquilo que todavía falta.

Pero los enormes bocados de la medialuna impar que lo venía tentando hace una hora se lo impiden. El otro exclama sin destaparse los ojos:

—¡Ahí está! ¡Líneas!

 
Comments:
Al final, me pierdo :(
 
1984 es ge-ni-al. Me gustó el relato, voy a empezar a apretarme los ojos más seguidos al punto de ver escenas de películas yo también, después te cuento si me funcionó.
 
Buenísimo, Forke. Me reí a carcajadas al llegar al final; mejor dicho, cuando comprendí el final Que no fue en primera instancia, no, tuve primero que liberar la mente de la idea de que pudiera existir algo “serio” en esto de apretarse los ojos... que... ¡pero por favor, una escena de Brazil! Eso debería haberme hecho recapacitar... jejejeje ... al fin y al cabo, uno, como cualquiera, en la niñez se dedicó a ver qué veía cuando apretaba los ojos (y si era posible no respirar, eso, también)... ¡no una escena de una película, eso nunca!

Breve, un diálogo verosímil, el miedo de uno, el otro intentando ser “didáctico”... y la medialuna allí, esperando, esperando... Sabés, podría decir ¡ah, pero Parquedad, y Líneas Rotativas y...! Tonterías. Hay cuentos para pensar y otros, como éste, para sentir el puro goce de divertirse con un trozo de literatura bien escrita. ¿Quién dijo que los primeros son más importantes que los segundos? Pues... yo, no.

Extraigo un par de líneas forkianas hasta la médula:
“—¿Escuchaste alguna vez de alguien que se haya estallado los ojos?”
(cualquier hijo de vecino, como la abajo firmante, hubiera escrito: “de alguien a quien le hubieran estallado los ojos”. Por supuesto, tu línea es mucho mejor)

“Para eso están los amigos, y los oftalmólogos.” Joyita.

Un abrazo,
Esther
PD: ¿viste Brazil y leíste 1984? (juajuajuajuajua)
 




<< Home

Agustín Capeletto
minotopo@msn.com

Índice

Cristalino


Creative Commons License